martes, 29 de julio de 2014

La princesa de hielo de Camilla Läckberg

Autor: Camilla Läckberg es una escritora sueca de literatura policiaca cuyos libros ocupan los puestos de superventas en Europa. Sus ocho novelas transcurren en el pueblo donde nació, Fjällbacka, situado en la costa occidental de Suecia, y están protagonizadas por Erica Falck, escritora, y Patrick Hedström, policía. 

Editorial: Ediciones Maeva-Embolsillo

Páginas: 415

Precio: 10

La joven escritora Erica vuelve a su pueblo natal, Fjällbacka, tras el fallecimiento de sus padres, y se ve envuelta en una truculenta historia de un crimen, cuya víctima es su compañera de la infancia, alex, a la que no ve desde hace años. Cuando aparece su cadáver, todo lleva a sospechar que Alex se ha suicidado, pero la autopsia revela que estaba embarazada, lo que dispara las conjeturas de Erica. La novelista, que debe escribir un obituario para el funeral, empieza a investigar la vida de su amiga al tiempo que se ve cada vez más involucrada en el caso. Con la ayuda de Patrik, policía en la comisaría local, que pronto se convierte en algo más que un amigo, descubre un oscuro secreto largamente guardado.

(Normalmente me da mucho coraje que en las sinopsis se revelen tantos datos de la historia, pero como es la que viene en la contraportada de todas las ediciones de La princesa de hielo me imagino que irremediablemente la vais a acabar leyendo, aunque en realidad mejor porque así tenemos más terreno allanado.)

Antes que nada decir que no soy la persona más indicada para hacer esta reseña porque el genero policiaco nunca ha sido mi favorito y tampoco he leído mucho. Pero la verdad es que de este libro me esperaba mucho más. Tanto que he oído hablar de Läckberg como la reina de los crímenes y luego me he encontrado con un libro que, sin ser malo, tampoco creo que sea una obra maestra. Es cierto que es su primera novela, y lo mismo las demás son mejores; y que como ya he dicho no soy una gran experta en el suspense y no puedo opinar mucho. Pero es lo que hay, a mí este libro no me ha dado ni frío ni calor, salvo quizás en las últimas veinte páginas.

Y digo en las últimas veinte páginas porque una de las cosas que menos me ha gustado es que no pasa nada relevante para el caso, y digo NADA, hasta que no llevamos tres cuartas partes del libro, y entonces es cuando te meten toda la resolución del caso de golpe y acabas hasta un poco atragantada. Porque sí, la última parte es la más adictiva de toda la novela y confieso que no me esperaba para nada lo ocurrido y me ha parecido muy bien tramado, pero preferiría que todas los aspectos del caso se fueran resolviendo con pinceladas a lo largo de la historia y al final sólo faltase el punto clave, el "quién" hizo eso. Creo que cuando la intriga va llegando poco a poco es mejor, porque el lector tiene tiempo de ir colocando sus propias piezas en el puzzle y es en el último momento cuando encaja la que le falta.

        «En un pueblo que esconde muchos secretos es peligroso saber la verdad.»

De otra manera, como ocurre aquí, la novela acaba convirtiéndose en El diario de Bridget Jones (si hasta la propia protagonista lo comenta) sobre los amoríos, la falta de confianza de Erica y los problemas con su hermana Anna -que también protagoniza una trama secundaria de la novela que creo que no pinta mucho-. Y sólo de vez en cuando se adereza con algún detalle sobre la investigación, que parece que pasa a un segundo plano. Al menos así me lo ha parecido.



Ahora bien, no todo iba a ser negativo. Me han encantado las descripciones que hace Camilla Läckberg, ya que con sólo unas palabras es capaz de trasladarte a la tensión de la escena. El hecho de que esté situado en un pueblo de la costa sueca donde el frío sea habitual contribuye a crear ese clima de misterio típico de este tipo de obras, por eso quizás los thrillers nórdicos como la trilogía de Millenium hayan tenido tanto éxito. Quien lo iba a decir, ya que Escandinavia se caracteriza precisamente por ser de los países con menos violencia de Europa. 

«Los ojos del cadáver estaban cerrados, sin duda obra de un gesto compasivo, pero los labios presentaban un vivo tono azulado. Una delgada capa de hielo flotaba en la bañera ocultando el cuerpo por completo. El brazo derecho colgaba laxo y veteado sobre el borde de la bañera y los dedos se hundían en el charco de sangre coagulada que manchaba el suelo. Junto al brazo, también sobre el borde de la bañera, había una hoja de afeitar. Del otro brazo sólo se veía la parte superior del codo, pues el antebrazo yacía invisible bajo la capa de hielo. También las rodillas sobresalían de la helada superficie. El largo cabello rubio de Alex flotaba esparcido como un abanico sobre el cabecero de la bañera, pero aparecía quebradizo y congelado por el rigor.»


Impresiona, ¿verdad?

 Y ya por último, me ha hecho gracia que, como topicazo extremo en los los países del norte, España sea vista como el típico lugar donde se vive genial y la gente disfruta de una vida plácida y alegre. Y es que hay un personaje que decide huir a este país (que por cierto, es de mis personajes favoritos porque aporta una dosis de humor). Este hecho no es importante en la historia, pero no pude evitar acordarme de los guiris de color gamba y chanclas con calcetines de la playa y reírme un poco.


En definitiva, recomendaría esta novela como entretenimiento para echar unos días, pero nada más.


Puntuación: 7/10

 

domingo, 27 de julio de 2014

Foster The People: Torches vs. Supermodel

De izquierda a derecha, Mark Pontius (percusión), Mark Foster (voz, guitarra y teclado) y Cubbie Fink (bajo y coros).
Foster The People se formó en Los Ángeles en 2009 y lograron su primer contrato discográfico con Columbia Records después de que su sencillo Pumped up kicks se convirtiese en un éxito viral.

Hey, ¿qué tal? La idea de hacer esta entrada se me ocurrió después de escuchar los dos álbumes de Foster The People seguidos y hacer mi propia crítica mental. Busqué por ahí algún artículo que hablase de esto y opinase como yo, pero los pocos que vi eran en plan: "Foster The People son increíblemente perfectos y no consiento que digas que algún disco es peor que otro porque NO".

A ver, a mí Foster The People me encanta, me parece uno de los mejores grupos que hay ahora mismo en el panorama musical más "alternativo", y considero que es una verdadera pena que no sean tan conocidos porque son muy buenos. Pero también creo que hay que tener un poco de capacidad crítica, y sinceramente, y aquí es donde está la raíz del post, Torches es muchísimo mejor que Supermodel.

(Hago un aparte para decir que las portadas son curiosísimas en ambos, me encantan. Creo que han sabido plasmar a la perfección el carácter del grupo).

Torches rebosa originalidad, frescura y un toque extravagante que creo que es la clave de su éxito. Porque sí, la música de FTP es muy extravagante y psicodélica, y hasta podríamos decir rara, pero eso es lo que lo diferencia de otros grupos también indies que están saliendo ahora, como Bastille. También me gustan mucho, pero los veo más sencillos, en cambio FTP son como una caja de sorpresas. Todas sus canciones tienen un ritmo inconfundible, unas melodías creadas por sintetizadores, teclados y la voz de Mark Foster, que con su falseto aporta un toque especial. Sí, sin temor a equivocarme puedo afirmar que para mí este grupo ha creado un nuevo estilo de música.  

Recordemos un poco más este disco: hay joyas como Helena beat, I would do anything for you o los que fueron singles como Houdini y Pumped up kicks. Son genialísimas, no tengo otra palabra para describirlas. Todas las canciones son perfectas. 

En cambio Supermodel... Es curioso lo mucho que han cambiado con él. Sigue teniendo canciones con ese rollo característico "fosteriano", como Are you what you want to be o Coming of age, pero en general veo en el disco con un estilo muy popero que a lo mejor quedaría bien para cualquier grupo normal que está entrando al mercado, pero para FTP, el gran Foster The People, no es otra cosa que... simple. La muestra está en Goats in the trees -que aparte de un título gracioso no aporta nada más- o Best friend. No sé si es que se precipitaron al hacer el disco y lo mismo deberían haber esperado hasta que les viniese la inspiración, o es que pensaron que tenían que adquirir un aire más maduro (ejem, ejem, estrategia comercial). Pero es que con ese aire ya han perdido parte de su esencia rebelde y estridente. De todas maneras con The truth creo que lograron esa mezcla de madurez y extravagancia que estaban buscando.

No estoy diciendo que Supermodel sea un disco malo... Nada más lejos de la realidad. Es bueno, muy bueno, pero después del buen sabor de boca que me dejó Torches simplemente me ha decepcionado un poco. Y es una pena que ya empiecen a cambiar su estilo al segundo disco, porque se supone que aún nos queda música de FTP para rato. Tengamos esperanza de que en el próximo se recuperen y nos vuelvan a traer las melodías increíbles a las que nos tienen acostumbrados.


martes, 22 de julio de 2014

El rock alternativo

  «Ah, la música... Una magia más allá de lo que hacemos aquí.» (Albus Dumbledore)

Hoy voy a hablaros de uno de mis géneros favoritos. Yo definiría el rock alternativo como un rock suave, melódico, que se centra en crear atmósferas desgarradoras y melancólicas con sintetizadores, guitarras eléctricas e incluso violines o pianos. Suena poético, pero es así como lo siento. 

Con frecuencia hay gente que se niega a admitir que es rock, pero creo que tampoco es pop, es una especie de subgénero intermedio que no encaja en ninguna de las dos categorías. Tiene multitud de subgéneros, como el britpop de Coldplay y Oasis, el grunge (que particularmente es el que menos me gusta, me parece demasiado duro) de Nirvana, el indie rock/pop de The Kooks y Foster The People, el pop barroco de Arcade Fire, el dream pop de Cocteau Twins, el garage rock de Arctic Monkeys... Y muchas, muchas más.

En este post no me voy a centrar en escribir, sino que preferiría que escuchaseis algunas canciones que creo que son las más representativas de cada subgénero para que veais los matices. Disfrutad...

  • Britpop
         Wonderwall de Oasis
           Bittersweet symphony de The Verve
           Clocks de Coldplay
  • Grunge
          Smells like teen spirit de Nirvana
  • Indie rock/pop:
          She moves in her own way de The Kooks
             Pumped up kicks de Foster The People
             Pompeii de Bastille
  • Pop barroco:
           Neighborhood #1 de Arcade Fire 
  •  Dream pop:
           Heaven or Las Vegas de Cocteau Twins 
             Fade into you de Mazzy Star 
  •  Garage rock:  
           Fluorescent adolescent de Arctic Monkeys

domingo, 20 de julio de 2014

El último Catón de Matilde Asensi

Autor: Matilde Asensi abandonó la carrera de Periodismo para dedicarse a su verdadera vocación, escribir. Actualmente es conocida por sus novelas históricas y de aventuras, entre las que se encuentran El origen perdido, Iacobus y su continuación Peregrinatio, la trilogía Martín Ojo de Plata y El último Catón, su obra más conocida. A mí como persona me cae muy bien porque ella misma admite ser bastante friki, y aquí una friki de cuidado se siente identificada (que no es malo serlo, a ver si se entiende de una vez).

Editorial: Debolsillo

Páginas: 632

Precio: 9,46

Bajo el suelo de la Ciudad del Vaticano, encerrada entre códices en su despacho del Archivo Secreto, la hermana Ottavia Salina, paleógrafa de prestigio internacional, recibe el encargo de descifrar los extraños tatuajes aparecidos en el cadáver de un etíope: siete letras griegas y siete cruces. Junto al cuerpo se encontraron tres trozos de madera aparentemente sin valor. Todas las sopechas van encaminadas a que esos pedazos pertenecen, en realidad, a la Vera Cruz, la verdadera cruz de Cristo.
Acompañada por el profesor Boswell, un arqueólogo de Alejandría, y por el capitán de la Guardia Suiza vaticana, Kaspar Glauser-Röist, la protagonista deberá descubrir quién está detrás de la desaparición de las reliquias en las iglesias de todo el mundo y vivirá una aventura llena de enigmas: siete pruebas basadas en los siete pecados capitales en las que Dante Alighieri y el Purgatorio de la Divina Comedia parecen tener las claves.Unas pruebas que les llevarán a siete ciudades en un arriesgado y emocionante itinerario en el que tratarán de averiguar quién es el último Catón.

Este libro fue un regalo de cumpleaños de mis amigos, aunque quien estaba detrás de la elección fue un amigo mío que se lo había leído y le había encantado. Desde que me lo regalaron han pasado 3 meses sin poder empezarlo, porque la verdad es que durante el curso nunca tengo tiempo de nada, pero ahora que ha llegado el verano por fin he podido leerlo y la verdad es que estoy de acuerdo con la opinión de mi amigo: es una maravilla. 

 
«La expiación de los siete graves pecados capitales se realizará en las siete ciudades que ostentan el terrible privilegio de ser conocidas por practicarlos perversamente, a saber, Roma por su soberbia, Rávena por su envidia, Jerusalén por su ira, Atenas por su pereza, Constantinopla por su avaricia, Alejandría por su gula y Antioquía por su lujuria»


Lo primero que se me pasó por la cabeza al terminarlo fue la increíble labor de documentación que ha tenido que hacer la autora. Los escenarios de las ciudades que se visitan están perfectamente descritos, y parece que la escritora se pasea todos los días por ellos y los conoce como la palma de su mano. Lo curioso es que ella misma ha comentado que no suele viajar a los lugares donde se desarrollan sus libros, sino que "simplemente" se informa exhaustivamente sobre ellos. Pues chapeau, Asensi, porque consigues que el lector se meta de lleno en la historia.

Y hablando de la historia, me ha gustado mucho como la desarrolla. El ritmo no decae en ningún momento, e incluso aunque la acción en sí de superar las pruebas comience en la página 100 o así, no te puedes despegar del libro. Esto es sobre todo gracias a la imaginación de la escritora, ya que no todo el mundo sería capaz de inventar una trama tal como la de los staurofílakes... Además en la historia también hay puntos de humor que contribuyen a descargar un poco la tensión que siempre está presente, y momentos de romanticismo, que nunca están de más. 

Y ya lo que mejor me ha parecido de todo son los giros de trama que se dan de vez en cuando, especialmente el final, y no digo más porque no es plan de destriparlo. Están muy bien hechos porque por supuesto que no te los ves venir para nada, pero una vez que ocurren, sientes que son necesarios para que todo termine de cuajar. Esto es destacable, porque hay libros (ejem ejem, Dispara yo ya estoy muerto, ejem ejem) que a fuerza de intentar darle la vuelta al argumento en el último momento para sorprender acaban haciendo que el relato pierda sentido. A mí personalmente eso me hace sentirme engañada, como que el autor se está riendo de nosotros los lectores. Afortunadamente en El último Catón esto no pasa.

Los tres personajes principales están bien construidos, y en un libro en el que la religión juega un papel importante, al menos a mí me ha dado la impresión de que cada uno representa una corriente distinta: el capitán (o la Roca, como le llama Ottavia) el cristianismo devoto, Ottavia uno más moderado y Farag el ateísmo; lo que está bien porque impide que la autora muestre su ideología. También tienen rasgos distintos: la Roca tenacidad, Ottavia inteligencia y Farag honradez, y esto hace que se complementen mutuamente.

Espero que os haya convencido y os la apuntéis para vuestras futuras lecturas, porque es más que recomendable. 

Aquí os dejo el book trailer.


Puntuación: 10/10


 



sábado, 19 de julio de 2014

Las olas del destino de Sarah Lark (2ª parte de la Trilogía de Jamaica)

Autor: Sarah Lark es el seudónimo de la escritora alemana Christiane Gohl, periodista, redactora y por último guía turística, lo que le llevó a enamorarse de Nueva Zelanda (país en el que están basadas muchas de sus novelas), aunque actualmente vive en España. Es muy conocida por sus novelas "landscape", que están ahora muy de moda y se caracterizan por el románticismo ambientado en lugares exóticos.

Editorial: Ediciones B-Grupo Zeta

Páginas: 603

Precio: 21 € (y aquí sale mi parte reivindicativa y hago un llamamiento a lo muchísimo que nos clavan cada vez que compramos un libro. ¿¿21 euros, en serio?? Luego se extrañan de que la gente se descargue los libros de Internet gratis -yo la primera que lo hace-. Estoy segurísima de que si discos, novelas, películas, etc. fueran más baratos la piratería se reduciría).


Isla de Jamaica, 1753. Deirdre, la hija de la inglesa Nora Fortman y del esclavo Akwasi, lleva una vida protegida, en la plantación de su madre y de su padre adoptivo. Pese a los orígenes poco claros de la joven, los muchachos de la isla beben los vientos por ella. Deirdre, sin embargo, no siente el menor interés por ninguno de ellos, hasta que el joven médico Victor Dufresne pide su mano. Tras una espléndida ceremonia nupcial, la pareja de recién casados zarpa hacia Saint-Domingue, en La Española. Los sucesos que allí acontecerán transformarán sus vidas por completo... 


Cuando decidí comenzar este libro ya había leído más de la autora, en concreto las dos primeras partes de la Trilogía de los maoríes (la tercera aún la tengo pendiente, porque la segunda me decepcionó un poco y se me quitaron las ganas de seguir con la saga) y la primera parte de la bilogía de Jamaica, es decir, el libro que precede a Las olas del destino. No, nos os preocupéis por que haga una reseña de una segunda parte, porque se pueden leer como libros independientes ya que no están protagonizadas en general por los mismos personajes. Me explico.

Las novelas de Sarah Lark son sagas familiares, en las que cada nueva obra está protagonizada por los descendientes de la anterior. Por tanto, aunque obviamente hay referencias a la madre/tía/abuela/etc. las protagonistas son distintas. Digo "las" porque este tipo de novelas, por lo menos las que yo me he leído, están siempre protagonizadas por mujeres. En Las olas del destino esta chica es Deirdre, que como he dicho en la sinopsis es la hija de Nora Fortnam. 

Vayamos por partes. Respecto a la estructura, después de haberte leído unos pocos libros de Sarah Lark acabas por darte cuenta de que siempre es la misma. Chica más o menos guapa se casa con X, del que está más o menos enamorada, para que después ocurra algo más o menos horrible que haga que la chica demuestre su valía, y finalmente ésta conoce a Y, que resulta ser (más o menos) el hombre ideal. Llega un momento en que te cansas un poco de que pase lo mismo en toooodas sus obras, aunque lo aceptas porque la escritora es bastante buena y consigue engancharte en sus historias. Aún así ya iba un poco recelosa con esta obra y no sabía si me iba a gustar tanto como las otras. 
 Cuán ha sido mi sorpresa al ver que (¡aleluya!) Lark parece haberse dado cuenta de que se repite y ha intentado cambiar un poco el hilo de los acontecimientos, con lo que la novela ha mejorado mucho mis expectativas. No sólo se sigue la vida de Deirdre -que se diría que es como más tranquila-, sino la de Jefe y Bonnie, que aportan el punto de acción y por lo menos para mí cuando salían eran las partes más interesantes.

También me ha llamado la atención el cambio que se ha producido con los personajes. Normalmente en sus obras no hay nada o casi nada de protagonismo masculino, el peso recae en las mujeres solamente, y eso le lleva a que apenas desarrolle la personalidad de los hombres, que son o muy muy buenos, o muy muy malos, y en la realidad nadie es así. Sin embargo aquí Victor (que por cierto, es un personaje que a mí me encanta) tiene un carácter muy desarrollado, como Jefe, e incluso Doug, que ya había salido en La isla de las mil fuentes, tiene unos rasgos más complejos. También es curioso el hecho de que le conceda más importancia a los personajes secundarios, como Bonnie o Amali, lo que creo que es fundamental en un libro porque son como el "escenario" que envuelve todo, sin ellos la obra se queda desnuda. La verdad es que en este punto lo ha hecho muy bien.

Y ya, tatachán, llego a la parte de la obra que menos me ha gustado, porque no todo iba a ser tan bonito. Tampoco es que me haya decepcionado, pero le restó un poco de ilusión a todo. Y es Deirdre. Y es que no le llega ni a la suela del zapato a su madre, Nora, que protagonizó la otra entrega de la saga de Jamaica, y ya de paso, tampoco le llega a las protagonistas de sus otras novelas. A mí me ha parecido bastante insufrible, la típica niña mimada a la que se lo han dado todo en bandeja y no duda en desaprovechar lo que tiene. A veces me recordaba a Scarlett O'Hara de Lo que el viento se llevó: egoísta y caprichosa, aunque se nota que la escritora intenta enmendar en ocasiones al personaje que ha creado y le endiña unos puntos buenos (para que no parezca tan tonta) que creo que no le  pegan ni con cola. Un poco reliado.

Sin embargo, hay momentos en que ya no puede disimular más y, dado el poco carisma de Deirdre, el protagonismo recae en Nora, un personaje mucho mejor construido, como ya demostró en La isla de las mil fuentes, donde tuvo que pasar por mucho más que Deirdre y demostró que valía más que ella.

Pero no os echéis para atrás por esto, porque en resumen me ha parecido un libro muy bueno. A pesar de las carencias de su protagonista ha conseguido aguantar el tirón hasta el final y salir bien parado, lo que es importante. Y además, para qué negarlo... Me encantan las novelas landscape.


Puntuación: 9/10