sábado, 19 de julio de 2014

Las olas del destino de Sarah Lark (2ª parte de la Trilogía de Jamaica)

Autor: Sarah Lark es el seudónimo de la escritora alemana Christiane Gohl, periodista, redactora y por último guía turística, lo que le llevó a enamorarse de Nueva Zelanda (país en el que están basadas muchas de sus novelas), aunque actualmente vive en España. Es muy conocida por sus novelas "landscape", que están ahora muy de moda y se caracterizan por el románticismo ambientado en lugares exóticos.

Editorial: Ediciones B-Grupo Zeta

Páginas: 603

Precio: 21 € (y aquí sale mi parte reivindicativa y hago un llamamiento a lo muchísimo que nos clavan cada vez que compramos un libro. ¿¿21 euros, en serio?? Luego se extrañan de que la gente se descargue los libros de Internet gratis -yo la primera que lo hace-. Estoy segurísima de que si discos, novelas, películas, etc. fueran más baratos la piratería se reduciría).


Isla de Jamaica, 1753. Deirdre, la hija de la inglesa Nora Fortman y del esclavo Akwasi, lleva una vida protegida, en la plantación de su madre y de su padre adoptivo. Pese a los orígenes poco claros de la joven, los muchachos de la isla beben los vientos por ella. Deirdre, sin embargo, no siente el menor interés por ninguno de ellos, hasta que el joven médico Victor Dufresne pide su mano. Tras una espléndida ceremonia nupcial, la pareja de recién casados zarpa hacia Saint-Domingue, en La Española. Los sucesos que allí acontecerán transformarán sus vidas por completo... 


Cuando decidí comenzar este libro ya había leído más de la autora, en concreto las dos primeras partes de la Trilogía de los maoríes (la tercera aún la tengo pendiente, porque la segunda me decepcionó un poco y se me quitaron las ganas de seguir con la saga) y la primera parte de la bilogía de Jamaica, es decir, el libro que precede a Las olas del destino. No, nos os preocupéis por que haga una reseña de una segunda parte, porque se pueden leer como libros independientes ya que no están protagonizadas en general por los mismos personajes. Me explico.

Las novelas de Sarah Lark son sagas familiares, en las que cada nueva obra está protagonizada por los descendientes de la anterior. Por tanto, aunque obviamente hay referencias a la madre/tía/abuela/etc. las protagonistas son distintas. Digo "las" porque este tipo de novelas, por lo menos las que yo me he leído, están siempre protagonizadas por mujeres. En Las olas del destino esta chica es Deirdre, que como he dicho en la sinopsis es la hija de Nora Fortnam. 

Vayamos por partes. Respecto a la estructura, después de haberte leído unos pocos libros de Sarah Lark acabas por darte cuenta de que siempre es la misma. Chica más o menos guapa se casa con X, del que está más o menos enamorada, para que después ocurra algo más o menos horrible que haga que la chica demuestre su valía, y finalmente ésta conoce a Y, que resulta ser (más o menos) el hombre ideal. Llega un momento en que te cansas un poco de que pase lo mismo en toooodas sus obras, aunque lo aceptas porque la escritora es bastante buena y consigue engancharte en sus historias. Aún así ya iba un poco recelosa con esta obra y no sabía si me iba a gustar tanto como las otras. 
 Cuán ha sido mi sorpresa al ver que (¡aleluya!) Lark parece haberse dado cuenta de que se repite y ha intentado cambiar un poco el hilo de los acontecimientos, con lo que la novela ha mejorado mucho mis expectativas. No sólo se sigue la vida de Deirdre -que se diría que es como más tranquila-, sino la de Jefe y Bonnie, que aportan el punto de acción y por lo menos para mí cuando salían eran las partes más interesantes.

También me ha llamado la atención el cambio que se ha producido con los personajes. Normalmente en sus obras no hay nada o casi nada de protagonismo masculino, el peso recae en las mujeres solamente, y eso le lleva a que apenas desarrolle la personalidad de los hombres, que son o muy muy buenos, o muy muy malos, y en la realidad nadie es así. Sin embargo aquí Victor (que por cierto, es un personaje que a mí me encanta) tiene un carácter muy desarrollado, como Jefe, e incluso Doug, que ya había salido en La isla de las mil fuentes, tiene unos rasgos más complejos. También es curioso el hecho de que le conceda más importancia a los personajes secundarios, como Bonnie o Amali, lo que creo que es fundamental en un libro porque son como el "escenario" que envuelve todo, sin ellos la obra se queda desnuda. La verdad es que en este punto lo ha hecho muy bien.

Y ya, tatachán, llego a la parte de la obra que menos me ha gustado, porque no todo iba a ser tan bonito. Tampoco es que me haya decepcionado, pero le restó un poco de ilusión a todo. Y es Deirdre. Y es que no le llega ni a la suela del zapato a su madre, Nora, que protagonizó la otra entrega de la saga de Jamaica, y ya de paso, tampoco le llega a las protagonistas de sus otras novelas. A mí me ha parecido bastante insufrible, la típica niña mimada a la que se lo han dado todo en bandeja y no duda en desaprovechar lo que tiene. A veces me recordaba a Scarlett O'Hara de Lo que el viento se llevó: egoísta y caprichosa, aunque se nota que la escritora intenta enmendar en ocasiones al personaje que ha creado y le endiña unos puntos buenos (para que no parezca tan tonta) que creo que no le  pegan ni con cola. Un poco reliado.

Sin embargo, hay momentos en que ya no puede disimular más y, dado el poco carisma de Deirdre, el protagonismo recae en Nora, un personaje mucho mejor construido, como ya demostró en La isla de las mil fuentes, donde tuvo que pasar por mucho más que Deirdre y demostró que valía más que ella.

Pero no os echéis para atrás por esto, porque en resumen me ha parecido un libro muy bueno. A pesar de las carencias de su protagonista ha conseguido aguantar el tirón hasta el final y salir bien parado, lo que es importante. Y además, para qué negarlo... Me encantan las novelas landscape.


Puntuación: 9/10

 

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